Enmarcar una montaña, niebla y siluetas difusas con el borde de la ventana del bus interprovincial, donde una niña duerme, puede resultar bello. Sí, un delgado caucho negro, cortinas amarillas brillantes y el cristal empolvado muestran un fondo majestuoso. La cadena montañosa se prolonga hasta donde la vista se pierde en frondosos verdes, fortificados marrones…